AUSENCIA

  Centré el jarrón con flores sobre la mesa
y encendí unas velas rojas y blancas,
había rebuscado para esta cena
de todo mi ropero: la mejor gala.

Los ojos, con una sombra y algo de rímel,
en los labios, sólo brillo a él le gustaba,
y un leve toque de color en las mejillas
que de noche la piel se ve muy pálida.


Puse un CD de Vivaldi en el equipo,
que siempre fue su música preferida,
me senté ceremoniosamente a la mesa,
y extendí la servilleta en mis rodillas.

Ensalada de cangrejo para empezar,
canapés surtidos de caviar y ahumados,
gambas, queso y unas almejas,
y pata de cordero al horno asado.

Cariño ¿está el vino a tu gusto?.
Estas gambas son blancas de Huelva
¿No quieres un poco más de jamón?
mira que es serrano y de pata negra.

Llené las dos copas con cava muy frío,
para brindar, como él siempre hacía,
por nuestro amor, dije y alcé mi copa,
frente a mí sólo una silla, que está vacía.

marila

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