RENACER


Cuántas noches prisionera del insomnio
recordaba otros momentos de la vida,
como el día que descubrí tú gran mentira
y nuestro amor se fue con los demonios.

 

No podía superar el gran asombro
que se adueñó de mí con tu partida
dejándome el alma malherida
y el corazón roto, cubierto de despojos.

Un día sembré nuevas primaveras,
el sol brilló otra vez en mi ventana,
en mis noches lucieron las estrellas.
y tiré a la basura tus palabras.

Aunque ahora no estés más a mi lado,
ya no siento el frío de la madrugada
y mi amor lo regalo a quien yo quiero,
escuchando soñolienta otras nanas.


   Marila

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