PONERSE AL DÍA

Hay días que te das cuenta lo veloz que pasa el tiempo. Empiezas a asumir que te estás quedando antigua a pasos agigantados, como las fotografías.

Te estás quedando atrás.

Te levantas, hoy que no has tenido que madrugar, te detienes un poquito más que de costumbre; te miras en el espejo más minuciosamente.
De pronto reparas en el ojo izquierdo… tienes el párpado ligeramente hinchado; un maldito mosquito ha estado de botellota esta noche, a cuenta mía.
¿Y esta arruguita?, es nueva… ¿Pero cómo puede ser? Después del dineral que te estás gastando en esas” maravillosas” cremas y me sale una arruga sin permiso y con total alevosía.

Lo corrobora, poco más tarde, (quiero decir lo de la velocidad del tiempo), la amable dependienta de los grandes almacenes. Se acerca, y en lugar de preguntarte como otras veces: ¿querías algo?, ¡nooo! Ella muy educadamente te pregunta: -¿Desea alguna cosa la señora?-
-¿Se dan cuenta? ¡La señora! Ya te ve como una anciana, y tú lejos de alegrarte por tan respetuoso trato, te vienes abajo, buscas desaforadamente un espejo para mirarte una vez más.

Y es que los tiempos corren que no lo alcanzas.

Y mirad que hago esfuerzos por estar al día, pero ¡no hijas mías! Ellos van por delante siempre.

Hay otro detalle que te lo confirma: Ya no entiendes a los jóvenes o al menos, te cuesta entender lo que dicen.

Cuando mi hijo me pone un mensaje en el móvil, me da vergüenza, pero no me entero de nada, esos signos raros de k k k, x x x y muchos otros, yo no sé qué es lo que me dice y tengo que llamarle por teléfono para que me lo traduzca o acudir al hijo del vecino.

Porque mirad: Yo de pequeña leía TBOs de Mortadelo etc. Pues ahora no son TBOs son comics.
Si vas a la inauguración de una exposición, no hay bocaditos fríos, es un lunch.
Es que hasta los maricones de toda la vida, ahora se les llaman: gays.

Resulta que en el colegio, cuando yo, con aquellos puchos tan horribles, hacía gimnasia, pues no era gimnasia, era Aerobic, y ya tampoco corremos, hacemos footing

Alguien me manda un socorrido correo para que me entrene y vaya aprendiendo. Dice que hay que relacionarse hoy día con un mínimo de nivel. Y mira que lo de los idiomas no era mi fuerte, pero aquí me tienen ustedes estudiando vocabulario para enterarme de algo.

Os lo transcribo para ayudaros.

Los repartos de cine son castings.
Las insignias pins.
Los carteles son posters.
Los negocios ahora son business.
Las fiambreras son tupper ware.
No se te ocurra pedir panceta, ahora es bacon, aunque siga teniendo la misma grasa y se te pegue ésta donde siempre.

La entrada de una casa ya no tiene vestíbulo, ahora es el hall, es que dices: en el hall y hasta parece una vivienda mucho más grande e importante. ¿Será por esto lo de la desorbitada subida de los precios de las mismas?

Los bizcochos tan buenos que hacía mi abuela, no eran bizcochos, ¡fíjense!, eran plumcake, y la pobre mía se fue de este mundo sin saberlo.

Yo tengo que ponerme al día, no me queda otro remedio o me encontraré con un sin fin de inconvenientes que ahora se llaman handicap.

Mi amiga me ha dado unas normas que debo aprender.

Ahora los españoles, sacamos tickets, compramos compacs, comemos sándwiches, vamos al pub, practicamos rappel y raffting.
Si vamos de excursión hacemos camping y cuando vienen los fríos y se te caen los mocos, te los limpias con kleenex.

A mi pretendiente no le puedo decir que no correspondo a sus sentimientos, ¡nooo! Debo decir que entre los dos no hay feeling.

Y es que todo ha cambiado mucho y en poco tiempo. Ya no llevamos medias, sino panties y los eternos calzocillos de los hombres, ahora son slips y después de afeitarse se echan alter shave para tener la cara como el culito de un niño.

Me costaba trabajo aparcar, hasta que mi compañera me dijo que utilizara un parking.

Y no queda ahí la cosa. El mercado es el marketing, el autoservicio es el serf-service.

Cuando asciendes has conseguido otro ranking. Y yo no tengo representante de mis pinturas, tengo un manager.

La gente importante son los vips y las niñeras de toda la vida son ahora baby-sitters.

Mis jefes están siempre en brain storms con el encargado de la public-ralations, mientras traen loca a la sufridora secretaria que ahora es assistant que debe enviar un sin fin de correos que actualmente son mailings.

Yo ya no me tomo el gazpacho a la hora del aperitivo, porque esa hora es la del cockteils y no se te ocurra pedir un filete, debes pedir un roast-beef, que te engordará igual, pero el camarero no te entendería.

Ahora se trabaja en magazine; si el presentador se mueve y baila como un loco, eso es un show.

Tampoco los descansos de las películas se llaman así, ahora son spots y te cansan lo mismo, pero puedes aprovechar ese momento para hacer zapping.

 ¿Y qué queréis que os diga? Pues que antes, había muchos días que estaba cansada, pero ahora resulta que no, que no era cansancio, que lo que me pasa cuando no puedo tirar del cuerpo, es que tengo stress.

 

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