El mendigo
Esta es la historia de un hombre
que gozó de una gran posición,
despreció sentimientos y en años
en un mendigo se convirtió.
Tiene la espalda encorvada
y el andar lento y retozón
sus cabellos de hilos de plata
le dan aire dulce y bonachón,
la mirada cansada y perdida
y la piel muy curtida del sol,
renegando maldice su suerte,
añorando amores que dejó.
Cada mañana sale y se sienta
en el banco de alguna estación
y extiende su mano temblona
mendigando limosnas de amor.
Al viejo le pide un consejo,
al joven algo de comprensión
y a la chica rubia y pizpireta
aunque sea una mirada de amor,
a la dama le pide ternura
de la madre que tuvo y perdió,
con nostalgia recuerda los días
que vivió rodeado de amor.
En el parque se rodea de chiquillos
y pensando que sus nietos son,
les requiere algo de sus risas
para alegrar su viejo corazón.
Camina con paso vacilante
cada tarde a la puesta del sol
sonríe triste a los que se cruzan,
mendigando
limosnas de amor.
marila
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