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Deslicé mis dedos por tu piel
y mordí mis labios aún doloridos,
susurré despacio en tus oídos
mil palabras cariñosas otra vez,
callándome el adiós preconcebido,
atada por un lazo indefinido
jugando de nuevo a ser mujer.
Si tuviese que explicar lo que sentía,
no podría definirlo aunque quisiera,
eres amor..., mi lluvia en primavera,
el manjar para el que no ha comido,
eres el sol después de la tormenta,
y aunque seas rechazo en mi conciencia,
eres mi todo cuando estoy contigo.
Algún día estas vidas que hoy se cruzan,
se separarán como dos líneas divergentes,
cada uno seguirá por caminos diferentes,
yo guardaré siempre tu recuerdo con amor,
tal vez tú, guardes también algo en tu mente
y al pasar el tiempo y recordar este presente,
sonriente diré:
qué
lindo fue mientras duró.
marila
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